Solo han pasado unos días de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre de 2021) y nuevamente la situación de crisis humanitaria en la que se encuentran los Pueblos Indígenas de Colombia no deja de inquietar. Hoy amanece la Sierra Nevada de los Kankuamos y los Wiwas quemada, en llamas y cenizas quedaron las 2 Kankwrwas de Minakalwa (12 de diciembre de 2021, con este ya es el tercer ataque violento contra estos sitios sagrados y parcialmente el centro de reuniones), días después de evaluar la grave situación de riesgo del Pueblo Kankuamo en el marco de la Alerta Temprana 026-21 de la Defensoría del Pueblo y de haber levantado el puesto de regulación y armonización en el sitio del Encanto, igualmente amanecen quemadas las Ungumas y Ushuy, casas ceremoniales de la Comunidad de Seyamke en Dibulla La Guajira (15 de diciembre de 2021), ambos pueblos afectados por el conflicto armado y por la violencia de larga duración que se vive en el país, así ya lo reconoció la Corte Constitucional mediante el Auto 004 de 2009, donde DECLARA a estos dos Pueblos en inminente riegos de EXTERMINIO FÍSICO Y CULTURAL, igualmente ambos pueblos han denunciado y entregado en sus informes al Sistema Integral de Verdad, Justica, Reparación y Garantías de NO Repetición (SIVJRNR) que lo que ha pasado y les está pasando es un GENOCIDIO FÍSICO Y CULTURAL.
La Umunukunu Senunulang, conocida como la Sierra Nevada de Santa Marta, está ubicada al norte de Colombia, es considera el Corazón del Mundo y es la única montaña costea más alta en el mundo que se empina a más de 5.775 metros de altura y a menos de 15 kilómetros del Mar Caribe, un lugar sagrado, la Kankwrwa sagrada de los Hijos de Serankua y Seynekun, los guardianes de la vida y el territorio, los Pueblo Kankuamo, Kogui, Wiwa y Arhuaco.
Hoy como ayer la Sierra sigue siendo quemada, como en la época de la “conquista” y la colonia se repiten los ciclos de violencia como un círculo vicioso ensañado en acabar contra todo tipo de expresión de la cultura indígena, de la cultura serrana. Práctica colonial que pareciera estar arraigada como la mala muerte en la tierra fértil de los hijos directos de la Cultura Tayrona.
Queman las Kankwrwas porque saben que en ella se mantiene viva la memoria ancestral de los Pueblos Indígenas de la Sierra, allí en esos sitios sagrados, en esos libros abiertos al viento donde está la representación de lo masculino y lo femenino, de lo positivo y lo negativo; en donde de día y de noche se teje el pensamiento positivo de la vida como hermanos, como pueblo, como comunidad; en donde se pone la palabra dulce del Mamo y la Saga, allí alrededor del fogón se poporea y se teje la mochila, se teje el pensamiento para mantener el equilibrio y la armonía de la humanidad.
Nos siguen quemando, ya no solo físicamente sino culturalmente; lo que está claro es acabar a como del lugar con los cuidadores de la Sierra, es un genocidio latente, continuo y sistemático por no permitir que florezca la paz. Han sido más de 450 Kankuamos asesinados, torturados y masacrados, el Pueblo Wiwa ha sido desplazado y masacrado, el Kogui lo han querido evangelizar y al Arhuaco debilitar su gobierno propio dividiéndolos internamente. Esta violencia estructural no puede leerse de manera aislada; a la Sierra la quieren dominar; y la situación no es de gratis, en ella nacen más de 36 ríos que abastecen de agua a tres departamentos el Magdalena, La Guajira y el Cesar, hoy vigentes estudios previos para la construcción de la Represa Besotes en la cuenca del Río Guatapurí en territorio ancestral de los 4 pueblos.
La Sierra es nuestra gran Kankwrwa, están quemándola, represando los ríos vivos para romper con la comunicación del río con el mar, nos están callando con las balas para que no sigamos denunciando y dividirnos internamente entre nosotros, es la estrategia contundente para seguir rompiendo los tejidos de la red vital de la Línea Negra, esa reconocida mediante el Decreto 1500 de 2018, problemático para los intereses de los gobierno regionales y el nacional por su lógica e interés con sus políticas de “desarrollo”. Represas, quemas, asesinatos, construcción de hoteles 7 estrellas, imposición de rutas para mantener el contrabando y rutas del narcotráfico y la minería legal e ilegal son el arma de los que quieren ver la Sierra como una despensa del turismo, como un ecosistema desolador, nada ecológico y armonioso con el ecosistema que nos han dejado desde el origen.
Hoy los 4 Pueblos nos encontramos en un riesgo inminente de desaparecer, no es un tema del pasado, es el presente, y la quema de las Kankwrwas se ha vuelto un tema reiterativo, ya en el 2018 y 2020 se habían quemado igualmente unas de estas en las comunidades de Chemesquemena, Atánquez, Guatapurí, Pontón, los Laureles y en otras comunidades del Pueblo Wiwa. La Corte Constitucional ha anunciado audiencia en pleno en la Sierra Nevada, en Nabusimake, La capital del Pueblo Arhuaco, la tierra donde nace el sol a raíz de la problemática interna por el gobierno propio, esperamos que no sea solo una visita más, sino que realmente cumpla su función de cuidar los derechos humanos y fundamentales de las personas, de los Pueblos Indígenas que también somos ciudadanos de este país multiétnico y pluricultural. Garantizar nuestros derechos es también respetar nuestra cultura, territorio y autonomía, es garantizar la Paz.
Sigan QUERIENDO Y AMANDO la Sierra, pero ayúdennos a defenderla, que mañana no sea tarde y no podamos ver la pureza y cristalinidad de sus aguas, el aire puro de sus montañas que se besan con las nubes, que no sea tarde para seguir amaneciendo la palabra con los que tejen el pensamiento que hoy está siendo quemado. Aquí seguiremos como la semilla de los Murundwas creciendo y siendo cada día más fuertes para seguir defendiendo el Corazón, el Corazón del Mundo en los amaneceres y atardeceres como nos han enseñado nuestros abuelos y abuelas.
A las instituciones de los “hermanitos menores” a que cumplan con su deber constitucional de SALVAGUARDAR LA VIDA, ya nuestras Autoridades han denunciado todas estas desarmonías, seguiremos con nuestra gente de frente y con dignidad defendiendo la Sierra.
Se quema la Sierra, se quema nuestro Pensamiento. Pero nuestra Tierra sigue viva llamándonos a los pagamentos… para que nos dejen vivir en Paz, Kuma, Kuma; la fuerza de la Vida.