COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA
NOS MOVILIZAMOS POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y EL TERRITORIO
Somos hijos de la coca, la yuca y el ambil, de la chagra y el fogón que con su energía profunda irradia nuestro existir y nos obliga a construir siempre acciones que caminen en defensa de la vida, de todas las formas de existencia. Caminamos desde tiempos ancestrales con nuestros saberes siempre presentes, nuestros bastones de mando y nuestra dignidad como guía forjando caminos de unidad, de resistencia y de transformación.
En cumplimiento de los mandatos dados por nuestros mayores desde las kankurwas, las tulpas, las malocas, los chinchorros y nuestras otras formas de decisión, avanzamos de manera decidida para que la palabra tenga valor. Una palabra que sea dulce, justa y honesta. Desde tiempos ancestrales hemos construido la paz, no por considerarla un derecho que se nos hace esquivo, sino por ser un deber al que no le daremos la espalda.
El Gobierno Nacional, en cabeza del Presidente Gustavo Petro ha propuesto para Colombia dar la vuelta a una página manchada de sangre y llegar a las transformaciones que requieren los ciudadanos y los seres que habitamos estos territorios. Hemos venido apoyando las reformas sociales, aquellas que buscan que los derechos fundamentales se materialicen para los que han sido olvidados, marginados y discriminados por décadas. En sentido de unidad estamos construyendo paso a paso junto con el Gobierno, los campesinos, los habitantes de los sectores urbanos, con las mujeres, los jóvenes y con todo aquel que ofrece su mano, un mejor presente y futuro para nuestro país.
Rechazamos la violencia que sigue anegando nuestros territorios con la sangre de hermanos y hermanas, en medio de una guerra fratricida que parece no encontrar final. Alertamos constantemente que, en nuestros territorios, en la Colombia profunda, el conflicto se recrudece. Existe reclutamiento forzado de nuestros hermanos, amenazas a líderes y lideresas, confinamiento que, lejos de romper nuestra voluntad, la hace más férrea para dirigirla hacia un camino que nos lleve a construir la tan anhelada Paz, la cual nos armonice como hermanos y con la naturaleza en todos los planos.
Las luchas y las movilizaciones sociales de los pueblos indígenas, son un llamado para construir conjuntamente garantías para la integridad cultural, social y económica, el derecho al territorio y el derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada, con base a la Palabra de Vida, Ley de Origen y el Derecho Mayor. Seguiremos apoyando el Gobierno Nacional en sus intenciones de cambio y como actores autónomos hacemos una invitación a un diálogo de gobierno a gobierno, en la búsqueda conjunta de las transformaciones que desde nuestros sistemas de conocimiento propio permitan el relacionamiento y entendimiento de una manera diferente.
Convocamos a toda la comunidad en general y a los Pueblos Indígenas del país, a acompañar la gran minga por la vida y el territorio, a movilizarnos con la fuerza del corazón y la razón.
¡CUENTEN CON NOSOTROS PARA LA PAZ, NUNCA PARA LA GUERRA!
